15.3.08

"No pago la hipoteca, quemo mi casa"

Hace ya mucho que no hablaba del tema de la vivienda y la estupidez de la inmensa mayoría de los españoles. Pero hoy no me puedo resistir. Copio y pego una noticia de cadenaser.com:


"No pago la hipoteca, quemo mi casa"

La desesperación de algunas familias de EEUU ante sus problemas hipotecarios les ha llevado a quemar sus casas para cobrar el seguro

La crisis de las hipotecas de alto riesgo desatada el pasado verano en EEUU ha hecho mella en los bolsillos de muchos estadounidenses en un país que vive a crédito. La refinanciación y la búsqueda de otros prestamistas es la fórmula más frecuente para hacer frente a las letras de la casa. Sin embargo, algunos han optado por una solución más tajante para librarse de las asfixiantes deudas: quemar su casa, cobrar el seguro y pagar al banco, pero en la mayoría de los casos la medida les sale cara.

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4.3.08

Ohhhhhh UNED

Pues nada, que como esperaba, he suspendido la asignatura que me quedaba de la UNED. Un 3,6. Tampoco está taaaan taaaaan lejos del 5...
Anyway, mis entradas para ver a los Knicks contra Miami en el Madison Square Garden están ya en camino, concretamente en el aeropuerto de Newark, según el tracking de Fed-ex

3.3.08

¡Vota! (por Almudena Grandes)

Sí, ya sé que mola más el escepticismo. Sé que el distanciamiento irónico es más acorde con mi edad, que la disciplina un pelín cínica de la crítica ácida va mejor con mi profesión, y hasta que la languidez del desencanto, tan femenina, me favorecería más en los planos cortos. Lo sé, pero el domingo yo voy a ir a votar. Por encima de mi escepticismo, más allá de mi evidente afición a la ironía, con mi conciencia crítica a cuestas y a despecho de la fotogenia, voy a ir a votar. Con mis propias decepciones y con mis ilusiones maltrechas, con mis principios más firmes y con mis hijos mayores, voy a votar.

Votaré a favor de mucha gente que no lo hará. Porque no tiene derecho a hacerlo o porque se le ha olvidado que lo tiene. Votaré para que los niños de 12 años no sean tratados como delincuentes, para que los inmigrantes que sostienen nuestra riqueza sin participar de ella no sean tratados como delincuentes, para que los excluidos sociales y las mujeres que abortan no sean tratados como delincuentes. Votaré en contra de mucha gente que votará. Votaré contra los privatizadores de servicios públicos, contra la humillación de los reclinatorios, contra las juntas de escolarización que favorecen a los colegios concertados, contra los explotadores de inmigrantes. Votaré, en definitiva, contra la gente de orden, ese orden detestable, delincuente, que se afirma en la insolidaridad, en la indiferencia ante el sufrimiento ajeno y en la perpetuación de los privilegios de unos pocos. Votaré a la izquierda, con la izquierda, por la izquierda, pensando en mis convicciones laicas, progresistas y republicanas, no en mis impuestos. Todavía hay unas pocas cosas que no pueden comprarse con dinero.

Y bien, a pesar de todo, sé que mola más el escepticismo. Pero yo miro a mi alrededor y, sinceramente, creo que no me lo puedo permitir. ¿Tú sí?.

Almudena Grandes, escritora y crack